Análisis sobre la cobertura informativa de un preprint

Periodismo científico_Tarea 6.1.- Análisis sobre la cobertura informativa de un preprint

Eres periodista especializado en ciencia de un medio de comunicación. Durante la cobertura informativa de la COVID-19, consultas una plataforma de prepublicaciones (BiorXiv) y descubres el preprint adjunto (“Phylodynamics of SARS-CoV-2 transmission in Spain”), que puedes encontrar en PDF (preprint-tarea-6-1) y también en internet (https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2020.04.20.050039v1?ct=).

Razona en un texto (de entre 500 y 800 palabras) qué harías con dicho manuscrito: si escribirías o no una pieza periodística para tu medio. En caso afirmativo, comenta qué fuentes utilizarías para contrastar la información. En caso de que decidas no cubrir dicho estudio, justifica por qué y cuáles serían las razones que darías a tus superiores.


BiorXiv y las revistas de acceso abierto han supuesto en años recientes un terremoto para el negocio editorial científico. La accesibilidad de la investigación va a experimentar un cambio profundo durante esta década, y probablemente el sistema, como lo conocemos hasta ahora, cambie para siempre. En concreto, los repositorios de investigaciones aun no publicadas presentan la oportunidad de hacer públicos resultados en forma de articulo científico antes de que sean revisados por otros expertos en el campo de investigación. BiorXiv permite la posibilidad de escapar de las redes editoriales que generan una altísima competitividad, alentando un modelo de negocio que aumenta desmedidamente la presión aplicada a los investigadores para ser los primeros en publicar resultados novedosos. Al ofrecer un pre-print a los autores, se les da la posibilidad de justificar sus avances aún fuera del negocio editorial. Personalmente, creo que este sistema esta contribuyendo a mejorar el sistema de publicaciones científicas, e incluso he participado con alguna de mis investigaciones.


Ahora bien, una cosa es publicar un articulo sin revisar en un repositorio on line, y otra muy distinta escribir una nota de presa para un medio de comunicación de amplio espectro o generalista. Una de las claves de la ciencia actual es que las investigaciones están evaluadas por expertos en el campo, que revisan el manuscrito. En este proceso de revisión, los científicos estudian los datos propuestos para publicación, contrastan su sentido y potencial veracidad, solicitan la realización de experimentos que amplíen y den solidez a la investigación presentada, y critican la escritura, referencial y formato. En resumidas cuentas, la revisión por pares ofrece unos mínimos estándares para que se publiquen datos creíbles e interesantes. El hecho de que sean creíbles no es baladí, ya que la ciencia sufre desde hace años un serio problema de reproducibilidad, probablemente alentado o auspiciado por el negocio editorial y la conformación de la carrera investigadora basada en la frase “publica o perece”.


Un hecho incontestable con relación a la pandemia del COVID-19 es que ha alterado el mundo en el que vivimos en todos sus aspectos, y la producción científica no ha sido una excepción. Los retos a los que nos hemos enfrentado han requerido una respuesta rápida por parte de la ciencia y esta ha estado a la altura. Cientos de grupos de investigación de todo el mundo se han volcado en la confección de una vacuna efectiva y han profundizado en todos los niveles de conocimiento relacionados con el virus SARS-COV-2. A raíz de esta ingente cantidad de resultados, se han multiplicado las publicaciones en el campo de la virología, o casi en el nuevo campo de investigación en COVID. Y de la mano de esta explosión han llegado los problemas. Numerosas publicaciones han sido retractadas, o sus resultados se han mostrado parciales, incompletos, o directamente falsos. Esto ocurrió desde el primer momento, generando bulos como el relacionado con el consumo de ibuprofeno. Esta desafortunada asociación se alentó desde publicaciones del mas alto nivel como el New England Journal of Medicine (NEJM), que publico artículos sin la adecuada revisión y que posteriormente han sido retirados. NEJM junto a The Lancet se vieron involucradas en la polémica sobre la utilidad de la hidroxicloroquina, por artículos que han sido retirados. Según “The Scientist”, hasta 39 artículos sobre el nuevo Coronavirus han sido retirados solo en diciembre. Durante el año pasado, y citando como fuente Retraction Watch Database, 1650 artículos han sido retirados. 


Estas terribles cifras esconden un terrible daño hecho a la ciencia y a la confianza que el público tiene puesta en la comunidad científica durante esta crisis. Todas estas publicaciones, en teoría, ha pasado por un proceso de revisión por pares. Las publicaciones que son subidas a repositorios como BiorXiv ni siquiera pasan por este proceso de control esencial para la calidad científica. Por esto, mi recomendación es no publicar ningún estudio desde un repositorio, por muy interesante que puedan parecer los resultados. La producción científica contrastada ofrece casi a diario informaciones a priori mas fiables que pueden mantener al publico al tanto de los avances en la gestión y compresión de esta pandemia. Creo que los medios de comunicación deben evitar de todas las formas posibles publicar noticias falsas para no alimentar el clima de crispación informativa en el que vivimos. Por estas razones, y sin entrar a valorar la calidad del estudio planteado, no cubriría esta información.



Albero Benito Martin

Enero de 2021





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