Texto comparativo : La tercera cultura ( Snow Vs Brockman )

Comparar y (si es el caso) contrastar brevemente las caracterizaciones de la tercera cultura que introducen respectivamente Snow y Brockman.

Los textos de Snow y Brockman están separados por décadas y por una diferente conceptualización del concepto de tercera cultura. Ambos autores trabajan sus textos en torno a ella, pero comenzado con diferentes presupuestos iniciales, su tratamiento, sus conclusiones y sus perspectivas futuras difieren profundamente.

El texto de Snow, escrito a finales de los años 50, busca plantear nuevas herramientas para superar la diferencia entre cultura científica y cultura humanista acentuada probablemente como consecuencia del pensamiento positivista del siglo XX. El concepto de ciencia positivista, con su optimismo expansivo y su elitismo, dio un carácter único al avance científico. Como dos carreteras que se separan en ángulo agudo, las humanidades y las ciencias se apartan del concepto central de filosofía natural. El texto esta plagado de buenas intenciones, pero cae en justificaciones endebles que, como el propio autor reconoce al adscribirse a camarillas de historiadores sociales y de una formación académica inglesa, muestran que el camino que lleva hacia esta tercera cultura es largo y arduo. Es encomiable que se planteen conceptos dirigidos a superar las diferencias y a tender puentes de comunicación.

El texto de Brockman, que se hace eco de los planteamientos de Snow, ha profundizado en la creación real de esta tercera cultura, con unos planteamientos iniciales mas avanzados, sin complejos y tal vez incluso un poco arrogantes desde el lado de la ciencia. Como científico de formación y vocación, me parece un texto completo que da por asumidas algunas de las ideas que Snow plantea como debatibles. La contribución de los científicos a la generación de nuevas ideas en los últimos años es innegable; la enumeración de nuevas ideas que incluye inteligencia artificial o la hipótesis Gaia, aplastante. Como amante de las artes y las letras, encuentro en el texto de Brockman un tono de reproche tal vez innecesario. Contrasta con el texto de Snow un espíritu de expectativas fallidas que, alimentadas por las aplastantes evidencias aportadas por el peso de los nombres contenidos en su relación de autores, coloca a “la otra cultura” en una incomoda posición. Se percibe cierto espíritu de revancha… nos robasteis el terreno de la intelectualidad,  de cierta preeminencia social…ahora, mas que nunca, ha llegado nuestro momento.

Si el objetivo del siglo XXI en los términos en los que debatimos es superar la escisión acaecida entorno la filosofía natural, los científicos necesitan no solo consolidar la tercera cultura, si no ser generosos con respecto a lo que la intelectualidad humanística puede aportar el bagaje del conocimiento humano. Una verdadera tercera vía, que recoja toda la sabiduría y la belleza expresiva acumulada durante cientos de años por los saberes clásicos podría llevar a la humanidad a una edad de oro. Es posible que ya nos encontremos en dicha edad, y que entre nosotros ya estén trabajando los nuevos Aristóteles o Newton.






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