Disposición inicial acerca de la Ciencia

O que es la ciencia para mí, en formato de tren de pensamiento.

  

Cuando cierro los ojos por unos instantes para abstraerme de la realidad circundante, intentando reiniciar mi contacto con el mundo que me rodea y los vuelvo a abrir con esta tarea en mente, solo veo Ciencia. Con mayúscula, con carácter absoluto y universal. Miro por la ventana y a mi alrededor, y todo forma parte de lo que yo entiendo como Ciencia. Parte y todo de La Ciencia. Parte de las leyes, normas y eventos contingentes que modelan, modulan y explican nuestra realidad. La luz y los colores, el caer de las hojas de arboles, como baila el rio gobernado por la dinámica de fluidos, los coches y autobuses, eléctricos o no, la combustión de los fósiles y los eones que portan en sus moléculas, la ingeniería detrás de puentes y edificios, el ordenador desde el que escribo, internet, los impulsos nerviosos que controlan mis dedos, las proteínas de mis células musculares contrayéndose, el intercambio gaseoso en mis pulmones. 

Probablemente sea una postura admirativa, cercana a la contemplación casi religiosa, a la espiritualidad del ateo que intentó describir el filósofo francés André Compte-Sponville. Probablemente, ahora que respiro con mas calma, ahora que vuelvo a leer estas líneas, me este equivocando de concepto desde la raíz de la pregunta. Probablemente estoy confundiendo ciencia y naturaleza, pero, aunque se puedan considerar observador y observación, sujeto y objeto, tiendo a no separaros a priori y así alimento mis ganas de descubrir y maravillarme. Es entonces cuando me doy cuenta de que para mi Ciencia y Naturaleza son una sola cosa desde la perspectiva humana: lo que nos rodea y el mecanismo que tenemos para entenderlo. Me fascinan los misterios que gobiernan las cosas que no comprendemos, los conceptos para los que nuestras mentes finitas no están preparados. Me sorprenden cada vez las explicaciones físicas o químicas de los procesos mas cotidianos, como las emulsiones en la cocina, o la termodinámica que rige la temperatura de una casa en verano. Esta sorpresa es hermana de una curiosidad insaciable que me acompaña desde niño. Espero que nunca se me pase, se agote o se marchite. Porque esta curiosidad me lleva a transformar esa admiración en determinación y voluntad de comprender lo desconocido.

Para mi, el concepto Ciencia es un termino global y holístico que acapara la gran mayoría de los logros humanos en cuanto a interacción con el medio que nos rodea y comprensión de lo que a priori no podemos entender sin un método para analizarlo. Obviamente, las definiciones de ciencia son múltiples y dadas a múltiples interpretaciones. Sin embargo, mi postura discursiva consciente y probablemente inconsciente, es la de la admiración y el asombro. Sin connotaciones y sin juicios de valor. No por ser incapaz de realizarlos, o ignorar las consecuencias derivadas de como se entiende, interpreta y aplica el conocimiento científico. En mi visión de La Ciencia, esto se deriva del uso interesado que los humanos, en nuestra limitada perspectiva sobre la realidad, damos a los conocimientos que vamos generando con el devenir de nuestra historia como especie. Es por elección que olvido catapultas a las puertas de Siracusa, catástrofes nucleares, fisiognomía o terapia de eletroschock. Se que existen y que siempre existirán, pues son reflejo de la esencia humana. Soy consciente de las consecuencias de la biomedicina mas capitalista, del índice de impacto en las publicaciones científicas y de valor cuasi absoluto de la significación estadística.
Y aunque tengo que hacer un ejercicio constante para olvidar las manipulaciones, el sufrimiento y los engaños perpetrados en el nombre de la ciencia, o en su uso espurio, no es un esfuerzo que no pueda realizar cada vez que pienso en lo fascinante que es el mundo en el que vivimos y en cuanta belleza nos rodea. Yo entiendo este mundo a través del leguaje científico, de un lenguaje que encierra la belleza de un fractal, que se repite sobre si mismo creando patrones increíbles que se pueden encontrar en todo lo que nos rodea.

                                                                                                                                      Alberto Benito Martin
                                                                                                                                       Nueva York, 20.11.20


Fractal de Benoit Mandelbrot (1924-2010)



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